EVA DEPENDE DE DIOS
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- 11 ago 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 25 feb 2020

Salmo 45:11 "Pues tu esposo, el Rey se deleita en tu belleza; Hónralo porque Él es tu Señor"
Bien, la vez pasada,escribí sobre la primera parte de la pregunta , ¿porqué como mujeres, no debemos compararnos?, ahora, desarrollaremos la segunda parte, y es: No debemos compararnos porque un ex novio tiene otra persona, y aparentemente no soy como ella :).
En el anterior blog partimos de algo específico y es que somos hechas a imágen de Dios, y por tanto somos únicas, tenemos dones y talentos diferentes.
Para comprender la segunda parte, partiremos de algo básico. Como mujeres necesitamos aprender que para evitar compararse es necesario amarse.
Aunque Dios si planeó que tuviéramos una pareja o un complemento que en este caso es Adán, no se le puede dejar a el la tarea de ser amada,de sentirme importante y completa.
El libro "Cautivante", de los autores Jhon y Stasi Eldredge, plantea algo importante y es, que todas las mujeres tenemos una pegunta que responder en nuestro corazón y es : ¿Soy cautivante?, ¿Tengo una belleza que develar?.
La belleza, según los autores se encuentra mal entendida, la belleza a la que se refiere la pregunta es la que fluye de un corazón que está en paz con el mismo,que reposa en Dios, es la que comprende que un hombre no puede suplir en totalidad su necesidad de amor, si no que Dios es quien realmente la llena, la satisface, y la enamora, además de cambiarla, y transformarla en una mujer madura pero increíblemente bella.
El amor del ser humano es incompleto pero el amor de Dios es un amor completo, y debemos aprender a ir a Dios y deleitarnos en ÉL, en su corazón de amor.
Para poder amarte y aceptarte cómo eres, debes conocer el verdadero amor, ese que te quita el sueño, que te da esperanza, que te hace ser mejor, ese que ama tu alma. Recuerdo una canción de Doris Machin que se llama: El que ama mi alma. Refiriéndose a Jesús. Es por ello que no puedes llevar una pregunta tan importante a Adán por que la respuesta puede ser nociva. El libro plantea, que cuando se realiza la pregunta a Adán, puedes salir dañada porque no es la respuesta que esperas, pues la respuesta que puedes recibir es: "no eres suficiente, pero a la vez demasiado". Demasiado emocional, demasiado insegura, demasiado tímida. Y ello no es lo que Dios quiere para ti. El creó un jardín en donde la mujer crece, y florece.
Así que es hora de que lleves tu pregunta a Dios: Pregúntale: ¿Dios soy cautivante para ti?.

Escrito por: Carolina Barreto
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